Dentro de la sección "Oficial Fantàstic Competició" pudimos disfrutar del segundo largometraje de J.T. Mollner: "Strange darling", responsable también del guión, en el que, a través de un relato no lineal dividido en capítulos proyectados no en el orden que todos esperaríamos, se produce un juego de persecuciones entre víctima y asesino en el que nada es lo que parece.
Mollner consigue crear un ambiente tenso y absorbente lleno de giros inesperados que nos puede recordar a algunas películas de Quentin Tarantino, aunque con un particular sello de sangrante violencia rodada en unos tonos coloristas y alegres que hacen que la adrenalina suba por las nubes, manteniendo al espectador en un estado de continua inquietud, diversión y sorpresa.
No es esta una película sobre la que se pueda escribir mucho como sinopsis porque supondría destripar su contenido demasiado rápido en un desaconsejable spoiler. Es más conveniente acudir a la sala de cine virgen y con ganas de disfrutar y pasarlo bien ante un relato que pasa rápidamente de una noche romántica a un apasionante, despiadado y sangriento juego del gato y el ratón, como lo hizo el público del festival que, no en vano le otorgó el Gran Premio del Público a la Mejor Película.
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