SITGES 2022: "MEGALOMANIAC" Y "A WOUNDED FAWN"

 


Dentro de la sección Panorama Fantástico, hemos podido ver algunas propuestas interesantes. Una de ellas es "Megalomaniac", del director belga Karim Ouelhaj.

Tomando como base el caso real de "El carnicero de Mons", un asesino en serie de mujeres que, en los años 90's, aterrorizó Bélgica y nunca fue detenido ni identificado, el director construye una ficción en la que el perturbado hijo del asesino, Félix, se ve impulsado a secuestrar, matar y descuartizar a mujeres solitarias e indefensas, no pudiendo evitar la pulsión enfermiza que ha heredado del padre. Su pusilánime hermana, Martha, no tarda en compartir su afición, siendo el elemento desencadenante el abuso que sufre por parte de sus compañeros de trabajo y la soledad que siente ante la falta de apoyo de su jefe y la distanciación a la que las actividades de su hermano la obligan, cosa que la conduce a una peligrosa esquizofrenia.

Estamos por tanto ante una auténtica película gore, pero con un fuerte trasfondo intelectual, ya que no se trata de filmar la sangre por la sangre, sino que el director va más allá, poniendo en duda el papel de verdugo del hijo: ¿verdugo brutal y descarnado o víctima de una herencia genética? y poniendo de relieve la indefensión de algunas mujeres ante los abusos laborales. El inicio de la película, con un atroz y sangriento parto, ante al mirada feroz del asesino, así como el tenebroso y fantasmal aspecto de la casa en que habitan, ya nos indica la crudeza del planteamiento cinematográfico.

Pese a algunas malas críticas recibidas que respetamos pero no compartimos en absoluto, se trata de una película del todo recomendable, por lo que deberéis estar al tanto de su fecha de estreno en salas...o en plataformas.




"A wounded fawn", película norteamericana también dentro de la sección Panorama Fantástico, dirigida por Travis Stevens (en 2019 presentó en Sitges la nada despreciable "Girl on the third floor"), nos presenta una historia dividida en 2 actos.

En el primero de ellos, descriptivo del carácter y actividades de los personajes, vemos como un aficionado a las subastas de arte, Bruce (un espléndido Josh Ruben) resulta ser un asesino en serie (no temáis, no se trata de ningún spoiler, porque su psicótica actividad  queda patente a los 10' de película), que comete su primer asesinato en la película para recuperar una escultura clásica que otra pujadora le arrebata en la subasta (o quizás porque no puede vencer su pulsión asesina...). Posteriormente conoce a Meredith (una no menos espléndida Sarah Lind) una conservadora de museo que, tras una ruptura sentimental, busca resarcirse mediante una nueva relación. Así, tras unos flirteos, Bruce invita a Meredith a pasar un fin de semana en su cabaña, aislada en el bosque. A los pocos instantes comienzan las sospechas y la sensación de Meredith de decir "¿pero quién me manda a mí meterme en estas zarandajas?". 

Hasta aquí muy bien, pero en el segundo acto, que parece dirigido por otro director, da un vuelco el planteamiento cinematográfico pasando del realismo más crudo a una psicodelia alimentada con unos fantasmales  personajes que bien podían estar representando una obra de la Grecia clásica, con los protagonistas de la película  actuando como figurantes que juegan al ratón y al gato.

En fin, película de factura irregular, eso sí con varios giros inesperados.




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