NO HABLES CON EXTRAÑOS

 

Hay que reconocer que "No hables con extraños", producía cierta reticencia al ser una adaptación de la película danesa "Speak No Evil" considerada por muchos entre los que el gabinete se encuentra en unos de los títulos referentes de los últimos años dentro del género.

Resumiendo, a grandes rasgos la historia, una familia americana residente en Inglaterra conoce durante sus vacaciones en Italia a una británica y entablan amistad, siendo invitados los americanos a pasar el fin de semana a la casa de campo familiar en el interior de Inglaterra, lo que parece algo realmente placentero, va tomando poco a poco un tono angustiante y aterrador.

Debemos reconocer que el final de la película original tiene uno de los finales más brillantes, oscuros y arriesgados vistos en el género en los últimos años, pero el remake toma otros caminos, tal vez carentes del impacto de la original, pero también respetables. Hay que tener en cuenta que el objetivo de realizar esta adaptación es contentar a grandes audiencias, y este objetivo nos lleva a un final, digamos más convencional que el original.

Por un lado, es evidente el gran trabajo de interpretación una vez más de James Mc Avoy, que lo borda con infinidad de registros interpretativos, a lo largo de la película, pero es justo reconocer que también brilla el resto de los compañeros de reparto.

Pero lo más importante durante toda la película es la atmosfera de tensión en que va envolviendo al espectador hasta lograr ser del todo asfixiante, y su forma sugerente de abordar temas como los límites de la hospitalidad o la necesidad en ocasiones de guardar las apariencias.

Por último, no hay que olvidar la labor magistral de su director James Watkins, que ya había demostrado su solvencia en sus anteriores trabajos "Woman in Black" y "Eden Lake" que con el paso del tiempo se ha considerado obra de culto para los amantes del fantástico, en esta ocasión dando una lección de lo que debe ser un remake, respetando la obra original, pero dotándolo de un perfil propio.

Os recomendamos un ejercicio muy estimulante el ver las dos versiones para que podáis extraer vuestras propias conclusiones